
La nueva comunicación que está por llegar
La comunicación es una parte fundamental para cualquier empresa o entidad corporativa. Hace unos años muy pocas entidades apostaban por integrar un departamento de Comunicación en su política o en su plan de empresa. La acción comunicativa siempre se había asociado al departamento comercial y al de marketing pero en pocas tenía un protagonismo propio.
Con la llegada de la Comunicación 2.0 se ha tomado conciencia de la importancia de contar con una persona responsable que comunique de las acciones de la empresa. Toda empresa tiene algo que comunicar, ya sea su marca, su objetivo, un servicio innovador, una estrategia diferente, una incorporación puntera, etc. Hasta una carnicería, por ejemplo, tiene algo comunicar. Veamos, esta carnicería puede informar a sus clientes, a través de Whatssap o bien en su perfil de Facebook, de ofertas, promociones del sábado, o incluso del funcionamiento de su día a día, de la procedencia de sus productos o su proceso de trabajo…
Y si además, esa empresa supera sus 5 empleados, es recomendable hacer una estrategia en lo relativo a Comunicación Interna con diferentes herramientas que les permitan identificarse aún más con su marca. Al respecto, en lo que se refiere a Comunicación Interna y Externa, siempre hay tendencias y formas de comunicar que van ligadas al proceso evolutivo del sistema comunicativo. La comunicación ha pasado de 1.0 a 2.0 y la Comunicación Interna y Externa, también. Hemos pasado del tablón de anuncios, al grupo de Facebook; de los boletines o circulares informativas impresos a la Newsletter más moderna e interactiva que llega de manera inmediata a nuestro correo electrónico.
Por suerte, vamos evolucionando y creciendo conforme lo hacen las diferentes disciplinas. ¿En qué sentido? En el camino que marca nuestro cliente, nuestro lector o nuestro seguidor. Todos demandan la máxima información y la mejor atención y en esta misión debe trabajar, hoy más que nunca, la Comunicación, con todas las herramientas disponibles, con toda la naturalidad posible, como si no existiera una pantalla que nos separara, manteniendo siempre viva la comunicación de siempre, la de la calle, la del cara a cara.